Más que nuestras historias somos lo que elegimos hacer con ellas
La alquimia es sin duda uno de nuestros más grandes y maravillosos poderes, tomar la responsabilidad por aquello que vamos atravesando nos permite usar a nuestro favor todas nuestras experiencias. Esto no siempre quiere decir que sea fácil, pero vale la pena. Se trata de ser valientes y observar la oscuridad que vive en cada uno de nosotros para permitir que se llene de luz.
Abrirnos a estos procesos requiere fortaleza, amor propio, paciencia y mucha compasión pues muchas veces al ir profundo tocaremos heridas que aunque viejas quizás no habíamos hecho del todo conscientes.
Y es que sanar es poder mirar ese pasado desde una perspectiva más amorosa, con un enfoque de perdón y agradecimiento, una integración y reconocimiento de que todo de algún modo fue perfecto y nos trajo hasta este punto, el punto en el que podemos no solo cuestionar el guión sino cambiar la narrativa que ya no nos es funcional por una que expanda nuestra vida.
Todos estamos llenos de historias, y aunque no podemos ir atrás si podemos elegir de qué manera las miramos y cómo utilizamos lo aprendido para crear algo mucho mejor en nuestras vidas y en las de los demás, cómo le llevamos luz a esas situaciones y vivimos desde ahí.
Solamente cuando observamos, aceptamos y hacemos conscientes esas
partes de nosotros podremos entonces transfórmalas y elegir distinto, pues la
sombra aunque hay que aceptarla, abrazarla e integrarla no es un lugar para
quedarse a vivir, es una invitación para ser trascendida, a eso viene, a
liberarnos, no a estancarnos ni a justificarnos.
Y es que más que nuestras historias somos lo que hacemos con ellas y las líneas que hoy nos atrevemos a escribir. Porque al abrir el corazón y permitir que la luz entre, vamos caminando de una manera mucho más ligera.
Me parece precioso poder ser entonces, esos alquimistas que logran como dice una de mis canciones favoritas "Hacer de cada paso lo mejor de lo vivido" Y así con ese corazón siempre dispuesto habitar mejores versiones nuestras y por tanto caminos que aunque muy posiblemente no aprendimos a transitar si podemos elegir andar con cada decisión que vamos tomando.