¿En busca de la felicidad?
Pues bien, ahí les va.. no se si por la no tan esperada adultez pero a veces creo que como a muchos nos pasa que no sabemos muy bien si estamos haciendo las cosas bien..o que es lo que sigue.. sin embargo, después de darle un poco de vueltas al asunto entendí algunas cosas que si bien no son nuevas a veces perdemos de vista.
Como bien es sabido no hay receta para ser feliz, ¿la razón? Todos y cada uno somos diferentes y aspiramos a cosas distintas. Así mismo cada uno recorre su propio camino, a su modo, a su ritmo y a su tiempo, no todos buscamos lo mismo ni anhelamos las mismas cosas.
Muchas veces creemos que la felicidad se trata de encontrar un trabajo que nos guste, de casarnos o formar una familia, de realizar el viaje de nuestro sueños, de concluir nuestros estudios, quizás de abrir un negocio o de comprar algo que siempre quisimos. Y si, pero a la vez no.
Verán la vida no es tan simple y no se queda estática, siempre está en movimiento y por tanto todas esas cosas que mencione anteriormente por supuesto que nos van a regalar momentos de felicidad, momentos de emoción e incluso de orgullo y probablemente también nos ayuden a lograr otros objetivos. Sin embargo.. no es como que el tiempo se detenga y pause en ese momento y entonces se termine la historia.
Más claramente me refiero que aún siendo capaces de lograr nuestras metas, la vida nos va a seguir poniendo de cabeza una y mil veces más. Vamos a seguir teniendo altas y bajas. Si, con todo y la casa de nuestros sueños, con el amor de nuestra vida o con el viaje que siempre quisimos hacer. La vida seguramente con sus miles de matices nos seguirá regalando capítulos buenos y malos, y sea cual sea la etapa que estemos viviendo tendremos días llenos de colores y otros más grises.
Y es eso precisamente lo que a veces olvidamos. Que la felicidad como bien dicen no es un destino, no acaba, no se detiene, no es un lugar al que se llega, es más bien algo que se vive y disfruta en cada etapa. Por tanto va a ser nuestra actitud hacia la vida la que determine la manera en la que la vivimos y si somos o no lo suficientemente valientes para hacer más de eso que nos hace felices, si sabemos valorar lo que cada día nos es regalado y si aprendemos a echarle ganas a pesar de los problemas que se nos presenten.
Así que, quizás sea necesario que dejemos de esperar esos grandes cambios, esas grandes cosas que prometen darnos felicidad y en vez de eso comencemos a disfrutar incluso esos pequeños detalles que nos hacen sonreír cada día. Esto no quiere decir que no debemos esforzarnos por lograr nuestros sueños o cumplir nuestras aspiraciones, al contrario, quiere decir que cuando esos logros y momentos por fin lleguen debemos de disfrutarlas aún el doble y es que probablemente ahí recaiga su magia en su completa y bella efimeridad. En nuestra falta de control e incapacidad de volver a ellos.
Si lo vemos así, cada día es posible encontrar esos instantes en cosas sencillas y si me lo preguntan no hay nada más bello que eso.. que esta en cada uno de nosotros y no en el tiempo aprender a ver el lado bonito de la vida.
Al final de cuentas, somos los autores de nuestra propia historia, una historia en la que cada día vamos agregando páginas, en las que sin duda encontraremos nuestras favoritas, esas que le dan sentido a todo y amamos releer, las que nos demuestran que todo lo demás ha valido la pena pero que sobretodo nos regalan la promesa de que hay muchos capítulos más que están aún por escribirse.