Creer en nosotros mismos

Hace ya algún tiempo venia pensando en este tema para el blog, realmente algo que me inspira es darme cuenta de la fortaleza de las personas. Creo que ya lo he dicho antes pero realmente creo que es en los momentos de dificultad los que sacan lo mejor o lo peor de las personas. Y bueno, para serles sincera he tenido la fortuna de cruzarme en mi camino con personas que realmente me han puesto a reflexionar sobre la manera en la que vivimos nuestros días. Todos pasamos por situaciones duras, donde sentimos que el mundo se nos acaba y la desesperanza nos abate y es increíble como en muchas de esas ocasiones sale lo mejor de cada uno de nosotros. No sé, si la vida, el destino, si sean coincidencias o como quieran llamarle, pero a veces pareciera que todo se acomoda, que, aunque sentimos que esos momentos grises duran y van a durar una eternidad, cuando finalmente terminan nos damos cuenta que después de todo no fue tan malo.


Cada que tengo la oportunidad de conocer esas historias de personas que atravesaron situaciones realmente adversas me doy cuenta de que todos tenemos esa opción de a pesar de las desilusiones o fracasos mantenernos fieles a nuestros objetivos y no dejar que nuestros sueños se pierdan. De levantarnos de la cama, aunque preferiríamos quedarnos ahí por mucho tiempo más, de sonreír a los demás y para nosotros mismos a pesar de no tener ánimos, de actuar con valentía a pesar de sentir que ya no nos queda más. Ese el espíritu humano, o como prefieran llamarlo, es algo que encuentro verdaderamente fascinante.

Creo que la mayoría de nosotros tenemos a personas que nos ayudan no solo en estos momentos, sino personas de esas que creen en nosotros en cada paso. Que cuando nosotros nos sentimos inseguros o desalentados nos dan las ganas para continuar, de esas que siempre ven lo mejor en nosotros, que nos echan porras, que saben que decirnos en momentos donde no sabemos ni para donde voltear. Esas personas que son como angelitos que nos recuerdan que lo mas importante es tener confianza en nosotros mismos, porque muchas veces nos olvidamos de lo que hemos sido capaces de conseguir, que no siempre es suerte que muchas veces es el compromiso y las ganas que se le ponen a las cosas, que no es casualidad que las cosas repetidamente nos salgan bien.


Que bonito es cuando la vida nos regala a personas así, personas que nos inspiran a seguir adelante y no rendirnos, que nos hacen aprender de ellas y de nosotros mismos y entender que no hay batallas imposibles mientras creamos en nosotros mismos y no dejemos de intentarlo.


No se si hay un plan elaborado para todos, la verdad prefiero pensar que somos libres de diseñarlo, de pulirlo de equivocarnos y de aprender, pero a veces en la vida resulta mágico como todo adquiere o le tomamos sentido una vez que pasa la tormenta y podemos ver las cosas desde otro ángulo. Que, si teníamos o no que vivir ciertas situaciones no lo sé, pero ya que los vivimos pues que mejor que aprender de todo eso, de compartirlo si tenemos la oportunidad y de seguir creyendo en la magia de cumplir nuestros sueños. Si me preguntan realmente creo que como dice mi serie favorita (How I met your mother) “Si eres honesto con lo que quieres en la vida, la vida te lo da”. Y bueno para que eso sea posible también debemos de ser valientes y no tener miedo de buscar eso que nos hace felices.



Como lo mencione antes, no sé si es porque las cosas tuvieran que resultar así, si estaban planeadas o se dieron, simplemente de alguna manera en muchas situaciones todo termina teniendo sentido. Les contare una pequeña historia para ilustrar a lo que me refiero.  Esperando pueda hacerles ver algunos de los puntos que arriba trate de explicar.

En algún momento conocí a una chica que estaba buscando trabajo, era nueva en la ciudad y tenia claro el trabajo que quería, pues bueno, después de estar buscando por aquí y por allá la chica se entrevisto con una persona que le dijo que la contrataría que solo tenía que realizar unas pruebas, la persona a cargo le prometió un sueldo regular pero seguro y además le aseguro que después de unos meses seria contratada por más horas. El lugar en el que se había entrevistado no era realmente una empresa que se pudiera decir que era excelente sin embargo ella consideraba que estaba bien para empezar, le quedaba cerca de su casa y seguramente después de unos meses laborados podría ganar un poco mas como se lo habían ya comentado. A pesar de contar con una buena preparación, tenía miedo y dudas y prefirió buscar algo que la hiciera sentir cómoda.

Algunas amistades y conocidos la buscaron para ofrecerle trabajo o recomendarla, pero ella a todo se negaba pues creía tener claro que era lo que quería. El proceso fue muy lento y el tiempo seguía pasando, Utilizando sus ahorros esperaba el momento en que pudiera empezar a trabajar. Finalmente la llamaron para los exámenes y después para la contratación, ¿Cuál sería su sorpresa cuando le explicaron que apenas y podrían contratarla unas horas? Eso no había sido lo acordado, el sueldo era mínimo y por ende no le convenía, encima el encargado la cuestiono sobre sus capacidades y sobre si realmente esa era la rama a la que se debía dedicar. 
No podía quitarse de la cabeza que todas esas vacantes para las que había sido contemplada ahora estaban ocupadas. Se sentía frustrada y triste. Nunca había estado desempleada y se sentía aun peor al haber desaprovechado todas las oportunidades que le ofrecieron. Pues bien, compro un boleto para el siguiente día regresar con su familia, no había encontrado lo que había ido a buscar y sentía que ya no tenía sentido seguir postergando su estadía gastándose los ahorros que le quedaban. Esa noche fue una noche muy difícil donde no lograba entender que había hecho mal, donde sentía que todos los sueños que alguna vez tuvo se desvanecían. 

No supo cómo explicarlo, pero a la mañana siguiente se levantó y salió a la calle a dejar sus documentos, entro a la iglesia, le pidió a Dios que la ayudara y antes de volver a casa por sus maletas paso a dejar sus papeles a otro lugar. En ese lugar, estaban buscando una persona sin embargo, el sueldo no era muy bueno tampoco, pero podría trabajar por la tarde y se compensaría con las pocas horas del otro trabajo. Realizo las pruebas ese mismo día y acepto el trabajo. Al caer la noche recordó que una de sus amigas había estado laborando en una empresa y mando un correo. A los veinte minutos fue contactada y se presentó al siguiente día a entrevista. El sueldo era bueno y era lo que estaba buscando. Si hubiera tomado ese autobús o si no se hubiera detenido a dejar papeles o a mandar ese correo, las cosas hubieran sido distintas. No encontró la manera de explicar que le hizo levantarse temprano y salir a la calle en vez de solo quedarse en la cama y esperar a alistarse para el viaje. Solo que al final, las cosas de algún modo u otro se acomodaron dándole lo que necesitaba en ese momento. Al final del dia habia entendido que nunca debio conformarse con menos y que no debia de olvidar confiar en si misma y apuntar lo mas alto que pudiera.

Entradas populares de este blog

Celebrar la vida

Confiar en la magia de los nuevos comienzos

Dejarnos sentir, aprender a soltar